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Mi querido hijo, siempre serás mi mayor logro

Querido hijo, siempre serás mi mayor logro

Hace un par de años, si me hubieran preguntado cuál creía que sería mi mayor logro, habría enumerado un montón de objetivos profesionales que estaba segura de que me llenarían. Qué equivocada estaba. Si lo hubiera sabido.

Pensaba que el dinero, una buena carrera y viajar eran las únicas cosas que me harían sentir una mujer realizada. Esa era mi definición del éxito. Estaba tan ciega ante el hecho de que hacer todas esas cosas nunca me hizo verdaderamente feliz.

Pero, aun así, trabajé duro para conseguirlos. Y uno a uno, mis objetivos se fueron haciendo realidad. Pensé: "Si hago una cosa más, seré más feliz.Pero siempre me faltaba algo. Había un hueco en mi corazón que no podía llenar, por mucho que me esforzara.

Eso fue hasta que te sentí en mis brazos. Eras tan pequeña, tan pura e inocente. Cuando respiraste por primera vez, mis estrellas se alinearon.

Fue entonces cuando me di cuenta: Eres mi mayor logro. Nada en el mundo podría compararse al momento en que me miraste por primera vez, y sentí que ese agujero en mi corazón por fin desaparecía.

Cada día estaba más segura de una cosa: haga lo que haga en esta vida, nada me hará sentir tan bien como ser tu madre. Ni el dinero ni los logros profesionales podrían compararse con lo que siento cuando estoy contigo.

Cuando consigo abrazarte, besarte, jugar contigo. Cuando oigo tu dulce voz llamándome "mami", o cuando corres hacia mí en busca de protección. Esas cosas se han convertido en mis mayores recompensas.

Mi querido hijo, siempre serás mi mayor logro

Ni dinero, ni aumentos, ni certificaciones. Simplemente tú. Tu cabeza en mi pecho, tus primeras palabras. La forma en que me sonríes, la forma en que corres por nuestro jardín y la forma en que tu cuerpo se ablanda cuando te duermes en mis brazos. Estas cosas se han convertido en mi combustible.

Me dan toda la fuerza, la motivación y el ánimo que necesito. Quiero ser buena para ti. Quiero que te sientas segura, protegida y querida. Quiero darte la vida que te mereces, y haré todo lo que esté en mi mano para que así sea.

¿Y sabes qué? Ya no me importa lo que la gente diga o piense de mí. Pueden amarme u odiarme. Pueden alabarme o pensar que soy un fracaso. No me importa.

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¿Sabes por qué? Porque sé lo que la persona más importante de este mundo piensa de mí, y eso es lo único que importa. Me ves como tu fuerza, tu protectora, tu guía y tu mejor amiga. Y lo que es más importante, me ves como tu madre, y ese es el mejor papel que he tenido nunca.

Haga lo que haga, lo hago para que te sientas orgulloso. Para darte un buen ejemplo y para que seas el niño más feliz del mundo. Las opiniones de los demás simplemente rebotan en mí.

Podrían tirarme palos y piedras, pero sé que, al final del día, te tendré a ti para abrazarte, a ti para cuidarte y a ti para estar orgulloso de ti. Esas son las únicas cosas que me importan.

Todas esas cosas que solían ocupar mi mente parecen tan tontas ahora. Tan insignificantes comparadas con la vida que vivo ahora. Cuando descubrí que estabas creciendo bajo mi corazón, toda mi vida cambió.

Había cosas nuevas que se convirtieron en mi prioridad. La carrera y el dinero no parecían más que herramientas para crear una buena vida para ti. Allí mismo supe que no habría mayor logro para mí que convertirme en tu madre.

Puede que pienses que eso me entristece, o que he ignorado por completo todos mis sueños y metas por el simple hecho de tenerte a ti para cuidar, pero no podrías estar más equivocado. Una vez que te tuve en mis brazos, me di cuenta de que nunca me había sentido tan en paz.

En ese momento, por fin sentí que pertenecía a algo. Por fin era yo misma. Me sentí realizada, satisfecha y tranquila sabiendo que estaba viviendo la vida que nunca hubiera imaginado.

Habrá momentos en los que me alegraré de mis otros logros, por supuesto. Celebraré mis pequeñas victorias que a otras personas les pueden parecer grandes. Pero, para mí, ninguno de ellos se acercará jamás a ser tu madre. Quiero que lo recuerdes.

Estaré orgullosa de esas cosas y feliz de estar alcanzando unos objetivos que imaginé para mí misma incluso antes que tú. Solo que esta vez, mi motivación es totalmente diferente.

Quiero ser el mejor ejemplo posible para ti. Siempre estaré orgullosa de ti, pero quiero que tú también lo estés de mí. Quiero ser tu modelo y enseñarte que puedes conseguir todo lo que te propongas.

Ninguna cantidad de dinero puede comprarme la felicidad que se apodera de mí cuando siento tus brazos a mi alrededor. Sé que a veces parece que estoy enfadada o triste, pero que sepas que esas emociones pasajeras nunca significan que no te quiera.

Mi amor por ti nunca cambiará, pase lo que pase. No te voy a mentir, ser madre no siempre es fácil, pero es la experiencia más bonita que he tenido nunca. Claro que a veces me canso, me frustro y me enfado, pero nunca es culpa tuya.

Mi querido hijo, siempre serás mi mayor logro

Porque, al final, consigo que me demuestres que todo merece la pena. Te miro y sé que estoy haciendo lo correcto. Incluso si todo lo demás en mi vida se desmorona, seré feliz sabiendo que tú fuiste y siempre serás mi mayor logro.

Nada cambiará eso, y nunca podré expresarte mi gratitud por bendecirme con esta hermosa vida que ambos compartimos. Siempre serás mi número uno.

Mi querido hijo, siempre serás mi mayor logro
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