Le has preparado a tu hija un plato perfecto con una comida deliciosa, pero ¿por qué se lleva la comida a la boca? ¿Trata de decirte que cocinas mal o simplemente está jugando con la comida y aprendiendo a masticarla?
Puede haber muchas razones detrás de este comportamiento, y la mayoría de ellas no son motivo de preocupación. Si ha estado tomando el pecho durante mucho tiempo, es normal que tu pequeño se sienta confundido por la comida sólida cuando empieces a dársela.
Es impresionante el tiempo que los bebés pueden mantener la comida en la boca sin tragarla ni escupirla. Es como intentar alimentar a una ardilla bebé. Lo más importante es que no estás sola en esto, así que no te preocupes, mamá. Nuestros pequeños pueden ser todo un reto a la hora de comer.
Llevarse la comida a la boca, también conocido como apilamiento o embolsamiento de comida, es muy común y ocurre por varias razones. Si no sabes por qué lo hace o qué puedes hacer para que coma bien, sigue leyendo. Lo solucionaremos juntos.
¿Qué es el apilamiento de alimentos?
Si cuando oyes hablar de embolsarse la comida te imaginas una ardilla con las mejillas llenas de nueces, no estás muy lejos. Tu bebé puede parecer una ardillita regordeta si se niega a tragar la comida. El embolsamiento de comida no es más que el hecho de que tu bebé retenga la comida dentro de la boca sin tragarla.
Ya sea porque se llena demasiado la boca o porque no sabe tragar, existen distintos métodos para ayudar a tu bebé a comer correctamente. Si esto continúa, asegúrate de hablar con tu pediatra.
Aunque el amontonamiento de alimentos no suele ser un signo de nada grave, existe la posibilidad de que tu bebé tenga un problema de salud subyacente del que no eres consciente. Si nada de lo que haces funciona, tu médico te ayudará a entender el comportamiento de tu bebé.
¿Por qué mi hijo pequeño se lleva la comida a la boca?
Si tu hijo retiene la comida en la boca cada vez que come, es hora de ir a la raíz del problema. No puede quedarse siempre con la comida en la boca. Ya sea por un motivo o por varios, vamos a intentar averiguarlo juntos. Exploremos las causas más comunes.
1. Tiene demasiada comida en la boca
Sé que quieres que tu bebé coma lo suficiente, pero debes tener cuidado con el tamaño de sus bocados. Atiborrarle la boca de comida no sólo le dificulta tragarla, sino que también supone un riesgo de asfixia.
De hecho, tener demasiada comida en la boca es una de las razones más comunes por las que se niegan a tragarla. En lugar de luchar con tanta comida pasando por su garganta, preferirán mantenerla en la boca hasta que se la saques.
Nos pasa a los mejores. Seguro que un día has tenido tanta hambre que te has llenado la boca de comida. Incluso con la experiencia que tienes, te ha costado masticarla y tragarla. Con tu pequeño pasa lo mismo.
2. No le gusta el sabor
Escuche, puede que su hijo sea pequeño, pero puede tener sus gustos, aversiones y preferencias. Si se niega a tragar la comida, es muy probable que tengas entre manos a un niño quisquilloso. No te lo tomes a pecho, mamá, no significa que cocines mal.
Si está comiendo verduras, tal vez le apetezca algo dulce. O puede que simplemente no le guste lo que le has preparado, así que prefiere guardárselo en los bolsillos de las mejillas como un pequeño hámster antes que tener que tragarse algo que no le gusta. Un auténtico comportamiento de princesa.
3. Tiene problemas para tragar
Una de las causas más graves de que tu hijo se lleve la comida a la boca es la posibilidad de que tenga problemas para tragar. Podría ser su mecanismo de supervivencia si tragar le resulta demasiado incómodo o incluso doloroso.
Si lo notas, llévalo al pediatra lo antes posible. Encontrar la razón exacta por la que a tu bebé le resulta incómodo tragar puede ser difícil sin la ayuda de un pediatra. Puede haber muchas causas, como amígdalas inflamadas, dolor de garganta, reflujo crónico, etc.
Por desgracia, este miedo a tragar puede hacer que este comportamiento se convierta en un hábito. Si eso ocurre, tienes que trabajar para eliminar estos bloqueos mentales lo antes posible. Tu médico te dará los consejos adecuados una vez que examine a tu pequeño y, con la terapia adecuada, todo debería ir bien.
4. Cuestiones sensoriales
Como tu bebé aún está aprendiendo, creciendo y desarrollando sus sentidos, puede que le cueste controlar la comida que se lleva a la boca. Podría ser que todavía se esté acostumbrando a la textura de los alimentos blandos y sólidos, y aún no sepa cómo procesar la sensación.
Los problemas sensoriales desempeñan un papel importante en el embolsamiento de comida. Si has notado que a tu bebé le cuesta procesar ruidos fuertes, luces brillantes o comer, es posible que tenga algún problema sensorial.
Este tipo de comportamiento es habitual en niños que padecen un trastorno del procesamiento sensorial o incluso autismo. No diagnostiques tú mismo a tu bebé. Si sospechas que puede tener alguno de estos problemas, habla primero con su pediatra.
¿Cómo hacer frente al apilamiento de alimentos?
Así pues, el amontonamiento de comida es bastante común, pero ¿cómo afrontarlo? No puedes dejar que tu hijo se quede con la comida dentro de la boca para siempre. Y no deberías. Aquí tienes algunas cosas que puedes probar para ver si cambian algo.
1. Dale bocados más pequeños
Si a tu bebé le cuesta tragar la comida porque come demasiado deprisa o se llena la boca, prueba a darle bocados más pequeños. En caso de que coma solo, córtale la comida en trozos más pequeños y enséñale que debe comerlos de uno en uno.
La mayoría de las veces, esto será suficiente para que tu hijo empiece a tragar la comida. Si tiene que masticar y tragar menos comida, no tendrá que tenerla toda amontonada en las mejillas.
2. Intenta darle comida blanda
Puede que a tu hijo pequeño aún no le guste la textura de la comida sólida. Como aún están aprendiendo a procesar nuevas texturas y sabores, los bebés pueden negarse a tragar la comida porque aún no les resulta familiar.
Los alimentos blandos son siempre una buena opción porque son fáciles de tragar gracias a su textura suave. Tu bebé no tendrá que masticar y no sentirá la boca llena de comida que le resulta desconocida. Además, si le das alimentos blandos, te resultará más fácil darle comidas sanas.
Echa diferentes verduras dentro de una batidora y prepara para tu bebé la comida sana más deliciosa que pueda recibir. De hecho, haz suficiente puré para que se lo coma toda la familia, y probablemente ella estará encantada de acompañaros a todos.
3. Dale algo de beber
Algo que puede ayudar a tu bebé a tragar la comida es enseñarle a beber un sorbo después de masticar. Si tiene edad suficiente para entenderte, explícale que beber agua a sorbos después de masticar le ayudará a que la comida le baje más fácilmente a la barriga.
Intenta evitar las pajitas y las tazas para sorber. Dale una taza abierta, ya que puede ayudarle a tragar la comida más fácilmente. Le permite beber más agua a sorbos, lo que le enjuagará mejor la boca.
4. Ayúdale a aprender a tragar
Puede parecerte una tontería, pero tienes que enseñarle todo a tu bebé. A veces, también tienes que enseñarle a tragar, y no pasa nada. No hay nada malo en que tu hijo tenga miedo de tragar la comida o parezca inseguro sobre cómo hacerlo.
Coge un poco de comida y guárdala en tus mejillas, igual que hace tu pequeño. Cuando captes su atención, explícale todo lo que ocurre dentro de tu boca. Cuéntale cómo mueves la lengua y cómo utilizas los dientes para masticar la comida.
Anímale a que lo haga contigo. Si le da miedo hacerlo, demuéstraselo un par de veces más y anímala a que lo haga sin problemas.
5. Tener paciencia
Y, por muy molesto que pueda llegar a ser, no dejes que se note tu frustración. Sé que te parece sencillo, pero tragar puede ser un reto para algunos niños pequeños, y necesitan el apoyo y el estímulo de la persona en la que más confían. No dejes que tu hijo tenga miedo de probar, aprender y cometer errores.