Los padres que trabajan conocen la lucha que supone planificar la vuelta al trabajo, averiguar qué guardería elegir y luchar contra el impulso de considerar a cada una de ellas inadecuada para su hijo. Tanto si estás pasando por ese proceso ahora mismo como si intentas averiguar cuál es la peor edad para empezar la guardería por aburrimiento, te cubrimos las espaldas.
Sin embargo, dudamos mucho de que alguien sufra por aburrimiento a la hora de elegir la guardería o el momento adecuado para empezar.
Por un lado, las guarderías rebosan beneficios porque son un lugar donde los niños pueden reunirse, jugar, adquirir nuevas habilidades, adquirir conocimientos y desarrollarse.
Por otro, las guarderías pueden convertirse en una pesadilla para los niños que no están preparados para conversar con otros niños, pasar tiempo lejos de sus padres y dedicarse a hacer cosas que nunca han hecho antes.
Se sabe que los niños que empiezan la guardería demasiado pronto sufren una serie de problemas como estrés, ansiedad por separación y problemas de comportamiento. Preocuparse por la peor edad para empezar la guardería ya no suena descabellado, ¿verdad?
Las guarderías ponen a tu hijo en un aprieto por primera vez en su vida, y por eso la mayoría de los niños no están preparados antes de los 12 meses. Sin embargo, según su desarrollo físico y emocional, algunos niños pueden estar preparados a los 6 meses y otros no a los 2 o 3 años.
Dicho esto, la peor edad para ir a la guardería sería aquella en la que tu hijo no está preparado. Antes de profundizar en ello, te traemos todo lo que debes tener en cuenta antes de empezar la guardería para asegurarte de que tomas la decisión correcta.
¿Qué hay que tener en cuenta antes de empezar la guardería?
1. Asegúrate de que tu hijo está física y emocionalmente preparado para la guardería
Entendemos que hay veces en que los padres no tienen la oportunidad de pensar y analizar en exceso el momento adecuado para la guardería porque están volviendo al trabajo. La mayoría de las veces, los padres envían a los niños a la guardería antes de que estén preparados física y emocionalmente porque es el sólo opción que tienen.
Ahora, cuando seas un padre que tiene que volver al trabajo, aprovecha el tiempo que tienes para enseñar a tu hijo a seguir rutinas (comer a una hora determinada o echarse la siesta a una hora determinada), a comunicarse verbal o no verbalmente, o incluso a entender órdenes.
Sin embargo, cuando tengas tiempo de resolver las cosas, asegúrate de que tu hijo está preparado para la guardería. Los niños que poseen algún tipo de autonomía y capacidad para cuidar de sí mismos, pueden seguir rutinas sin llorar, jugar con otros niños sin pelearse y comunicarse con los cuidadores están preparados para unas horas de guardería al día.
2. Elija la guardería adecuada para su hijo
Hemos pasado por alto el hecho de que la peor edad para empezar la guardería resulta ser aquella en la que tu hijo no está preparado. Aunque esa es una de las decisiones más difíciles que vas a tomar cuando vuelvas al trabajo, elegir la guardería adecuada para tu hijo le sigue de cerca.
¿Qué implica entonces una guardería adecuada? Aparte de las medidas de seguridad obligatorias, una buena higiene y cuidadores formados, elige la guardería que va a satisfacer las necesidades de tu hijo.
Una buena guardería debe ser capaz de adaptarse a las necesidades médicas, dietéticas, físicas y emocionales de tu hijo. Además, una buena guardería debe ser capaz de proporcionar a tu hijo un entorno seguro y sensible y un cuidador considerado que sea responsable de un número reducido de niños y esté disponible todo el año.
3. Gestione la cantidad de tiempo que su hijo pasa allí al principio
Una vez que te hayas decidido por la guardería adecuada, no te prives de pasar por el proceso de habituación a la guardería. ¿Qué queremos decir con eso?
A los niños, sobre todo a los más pequeños, puede costarles pasar horas fuera de casa todos los días. Cambie esa situación permitiendo que su hijo pase poco a poco de pasar el día en casa a pasarlo en la guardería.
Los niños propensos a la ansiedad y el estrés podrían necesitar pasar de una hora a una hora y media en la guardería cada día e ir aumentando esas cifras con el paso del tiempo. En cambio, los niños más autónomos pueden pasar el día en la guardería desde el principio (o empezar con tres o cuatro horas al día).
¿Cuál es la peor edad para empezar la guardería?
Vale, no existe la mejor o la peor edad para empezar la guardería.
Tanto si envías a tu hijo a la guardería a los 3 meses como a los 3 años, vas a pasar por un periodo de acostumbramiento a la nueva situación, de sentimiento de culpa por no pasar suficiente tiempo con él y de preocupación por haber tomado o no la decisión correcta.
Pero no te preocupes, porque cada edad tiene sus ventajas y sus inconvenientes cuando envías a tu hijo a una guardería. Más información a continuación.
1. 6 meses
Llevar a tu pequeño a la guardería puede ser una de las cosas más difíciles que tengas que hacer, pero eso no significa que haya algo malo en ello. Ahora bien, 6 meses no parecen tiempo suficiente para enseñarle a tu bebé todo lo que necesita saber antes de empezar la guardería (y no pasa nada).
Además, algunos estudios sugieren que los niños que acuden a guarderías desde pequeños progresan más en el desarrollo de sus capacidades cognitivas y lingüísticas que los que no lo hacen.
Y, por si fuera poco, los niños que van a la guardería tienen más oportunidades de conversar y jugar con otros niños, así como de aprender a compartir. Sin embargo, siempre existe la posibilidad de que tu hijo no esté preparado para ir a la guardería, lo que puede afectar a su comportamiento. al final del día.
2. 12 meses
Vamos, ¡los 12 meses suenan muy bien por un millón de razones! La mayoría de la gente está de acuerdo en que hay demasiadas cosas que vigilar cuando envías a tu hijo a la guardería antes de los 12 meses, porque existe la posibilidad de que no esté preparado física o emocionalmente.
Además, los niños mayores de 12 meses suelen entender mejor los porqués y los cómos, se adaptan más rápido y superan mejor el estrés de estar fuera de casa. Por no hablar de que han pasado por numerosos hitos que les han preparado para la guardería (hábitos de sueño, alimentación, etc.).
3. 3 años
Los niños son una fuerza a tener en cuenta, ¿verdad? Algunos niños se sienten cómodos fuera de casa desde el primer momento, pero otros no están preparados ni siquiera a los dos o tres años, y eso no tiene nada de malo.
Los niños se desarrollan a ritmos diferentes, y debemos entender que lo que es bueno para un niño puede no serlo para otro.
En contra de la creencia popular, pasar más tiempo con los hijos mientras crecen, crear lazos afectivos con ellos, verlos crecer y enviarlos a la guardería cuando estén preparados tiene sus ventajas.
En el caso de que no tengas que volver a trabajar o de que no tengas que elegir guardería en lugar de abuelas, canguros y niñeras, no te cortes a la hora de posponerlo.
¿Cuáles son los riesgos de empezar la guardería demasiado pronto?
1. Vínculo roto entre el padre y el hijo
La cuestión es que la peor edad para empezar la guardería puede que no se defina como 6 ó 9 meses. Sin embargo, eso no significa que los niños no puedan (o no vayan a) verse afectados negativamente por empezar la guardería antes de estar preparados.
Los niños anhelan esa sensación de seguridad y protección que tienen cuando están con alguien que cuida de ellos de forma habitual. Los niños necesitan atención individualizada para establecer un vínculo con esa persona y experimentar esa fuerte sensación de "¡Esa es mi mamá!" o "¡Ese es mi padre!"
Cuando los niños empiezan la guardería antes de estar preparados, es posible que no tengan tiempo suficiente para crear ese vínculo y acaben distanciándose.
2. Ansiedad y estrés por separación
Aparte de eso, los niños también experimentan ansiedad por la separación y estrés cuando no están preparados para ir a la guardería. Tener rabietas, gritar, llorar, aferrarse a la puerta o negarse a ir con el cuidador son algunos de los comportamientos que se producen.
Por lo tanto, todo el proceso de acostumbramiento a la guardería podría verse empañado. Por suerte, la ansiedad por separación puede "curarse" y prevenirse permitiendo que tu hijo conozca al cuidador de antemano, pase una hora al día en la guardería durante una semana y organice una rutina de despedida sencilla y tonta.
3. Agresividad, rabietas tentadoras y otros problemas de comportamiento.
La agresividad, las rabietas y muchos otros problemas de comportamiento suelen estar causados por la ansiedad de separación y el estrés, lo que significa que puede combatirlos previniendo la ansiedad de separación.
Al fin y al cabo, los niños necesitan seguridad, afecto y atención. Necesitan saber que no vamos a hacer la vista gorda ante lo que les preocupa.
Quizá a tu hijo no le gusta la guardería que has elegido y no para de tener rabietas por ello. Quizá su hijo no está de acuerdo con otros niños y no sabe cómo expresarlo. Sea cual sea el caso, considere detenidamente la situación de su hijo.
Las guarderías no son "talla única". y es posible que tengas que pasar por un pequeño período de prueba y error antes de descubrir uno que sea perfecto para ti y tu hijo.
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